viernes, 11 de octubre de 2013

Leyenda de Tingo María



La Leyenda de la Bella Durmiente

En la bella ciudad de Tingo María, se levanta majestuosa “La Bella Durmiente” como un símbolo al amor. Según la leyenda, “La Bella Durmiente” era una princesa hermosa llamada Nunash. Cierto día la joven conoció a Cuynac un mozo guapo y desde entonces, nació entre ellos un gran amor.
Ilusionado el joven, hizo construir en Pachas un bellísimo palacio para su amada; ahí vivieron felices por muchos años, hasta que apareció el padre de Nunash.
Extrañamente éste tenía la forma de una serpiente y sólo pretendía separarlos, porque sentía envidia de la dicha y felicidad de esta hermosa pareja.
Por eso Cuynac valiéndose de la hechicería, transformó a su amada en una bella mariposa y él se convirtió en una piedra.
La grácil mariposa voló y voló hasta la selva y anduvo libando el néctar de las orquídeas y rosales en flor por mucho tiempo, pero un día recordó el amado perdido y recobró su forma natural.
Regresó, venció al que los separó y se entregó de lleno a buscar a su gran amor e iba por los caminos sollozando por él. Una noche, Nunash llegó cansada hasta una enorme piedra y ahí gimiendo y llorando se quedó dormida.
En sueños escuchó la voz de Cuynac que le decía: Nunash, amada mía, ya no me busques yo me he transformado en esta piedra, si tú me amaste y aún me amas, quédate aquí a mi lado para siempre, porque jamás me volverás a ver.


Relatos de la Selva



El Chulla Chaqui


Un cazador se encontraba en un bosque muy distante, condenado a morir pues había sido mordido repetidas veces en ambas piernas por una serpiente.

Por la lejanía de la zona donde se encontraba, no podía hallar un auxilio para su mal y por eso, abatido por el dolor y las circunstancias, cayó en el suelo y se abandonó a su suerte, después de gritar por repetidas veces: ¡Socorro! Sin que nadie lo oyera.

Tenía una fiebre altísima, sus labios estaban resecos por la sed, el veneno de la serpiente había hecho estragos en su organismo y cada minuto que pasaba se agravaba.

Pero, en esos supremos instantes, empezaron a caerle frutos y ramas secas que no le hacían daño, pero si le fastidiaba. ¡Malditos monos se están burlando de mí! Pensó en medio de su profundo malestar, le seguían cayendo esos objetos livianos que eran la evidencia de que alguien se estaba mofando de él. Gritó con desesperación: ¡Si eres hombre acércate! En esos momentos un hombrecito salió de la espesura del bosque, cojeando y riendo se acercó a él.

Sobreponiéndose de su terrible tortura lo vio venir y angustiado se dijo –Estoy viendo visiones, no puede ser de este mundo, un ser tan repulsivo, pero que sabe sonreir con gracia y picardía-.

Al llegar, el hombrecito lo miró detenidamente y como para él, no existen secretos en ese mundo que es su dominio, se alejó por unos minutos dejándolo al enfermo desconcertado.

Cuando volvió, trajo en un envase de barro un líquido oscuro, preparado con unas yerbas machacadas, le instó a beber al cazador, mientras que con las hojas le frotaba las heridas. Esa curación duró breves momentos, pero al finalizar el tratamiento, el cazador estaba totalmente curado.

¡Un milagro! Pensó.

Admirado y agradecido, besó la rugosa mano de uñas como púas de su benefactor que era el mismísimo “Chulla chaqui”.

Después de lo ocurrido, se quedó con ese mágico personaje, perdido en el misterioso bosque para siempre.

miércoles, 9 de octubre de 2013

PERSONAJES MÍSTICOS DE LA SELVA

La Ronamula

Por las noches se escucha el relincho y galopar de una siniestra figura es la “Rona Mula”, que arrojando fuego y su jinete poseso, atemoriza al poblador en los caseríos. Cuenta la gente que la “Rona Mula” existe cuando se unen en amores una mujer casada y un hombre casado, de manera que la mula es la mujer y el hombre es su jinete.


El Janulf y La Warmi Boa


Dioses olvidados que emergen de las profundidades del lago del Quistococha y realizan la danza ritual de la Warmi Boa, mitad mujer, mitad boa. Janulf con pómulos sobresalientes y carnada dentadura ama a sus ofidios;  Warmi Boa de movimientos sensuales, frota a las serpientes por entre sus piernas, amándolas noche y día.


El Mayantu


Duende con cara de sapo, habita en la selva alta, entre gigantescos árboles que albergan con su colosal figura; mimetizado en la corteza de los árboles, ayuda al hombre necesitado; es Mayantú, dios del bien en la selva.


El Bufeo Colorado


Es el bufeo color rosado agrisado, más grande que el bufeo, se convierte en persona para salir a tierra y seducir a las mujeres y que muy generalmente lo hace en las noches y con un sombrero, para tapar según la creencia la trompa que le sobresale.
En los viajes a través de los ríos amazónicos, se dice que el bufeo colorado siente a las mujeres que se encuentran en su periodo y golpea a las embarcaciones, haciendo su apareción para llevar a dichas mujeres.
 

La Tanrrilla


Es una ave pequeña de la selva, vaga por el mundo recogiendo sus pasos, anuncia su presencia con un silbido característico, fuin, fuin con el cual atemoriza al poblador.


El Ayapullito


En quechua significa “pollo del muerto”, el canto de esta ave en circunstancias especiales, generalmente anuncia una desgracia pero también puede anunciar algún otro suceso que no sea funesto.


Sacha-Chorro


Años antes existía en Iquitos, un manantial denominado Sacha-Chorro. Aquel forastero que tomaba agua del manantial, prendado quedaba siempre en aquel lugar.


El Motelomama


Madre de los motelos, es la tortuga más grande de la selva amazónica y es encantada, llega a alcanzar más de un metro de largo.


La Sirena


Sirena de los ríos y lagos de la selva, bellísima y deslumbrante mujer. Mitad humana, mitad pez, voz melodiosa, aparece a orillas de las playas, cabellos dorados, ojos verdes azules, cara perfecta y brazos torneados y blanquísima. Conquista a sus víctimas, por sus encantos de mujer, hipnotizándoles, haciéndoles naufragar con remolinos, sugestionándoles para que entren al río para comerlos o hacerlos sus esposos, una vez dentro ya nunca más volverán.


El Yanapuma


En quechua quiere decir: “Puma Negro”, fiera más temida de la selva por sus poderes hipnóticos, no hay voluntad humana que lo resista y vive en los lugares más remotos. Si se descubren sus rastros, lo preferible es huir del lugar lo más pronto para ir a un sitio más lejano, fuera de la zona. Generalmente ataca por las noches.

La Boa Negra


Animal misterioso y hasta muchas veces considerado un demonio convertido en animal. Esta boa de color negro oscuro ha sido vista por muchos pobladores de las zonas rivereñas de la amazonía peruana en sus actividades de caza, recolección y pesca.

Se cuenta que en uno de los tantos viajes por el Río Amazonas, se empezaron a sentir fuertes golpes que arremetían contra la embarcación. La preocupación se hizo notar, intentado buscar la causa, los navegantes experimentados empezaron a preguntar si alguna mujer se encontraba en su periodo por si algún bufeo colorado causaba aquel incidente. En la presión del momento unos pobladores que viajaban declararon que habían capturado una boa negra y la traían en un saco, el capitán molesto les dijo que tiren dicho animal, que la boa negra madre estaba causando todo esto por recuperar a su hijo, paradójicamente, al devolver la boa negra al río, los golpes contra la embarcación cesaron.

Los chamanes y brujos de la selva, aseguran usar grasa de boa negra para sanar, incluso muchas personas afirman que es cierto y que cuando se pone la grasa de boa negra en la palma de la mano, ésta traspasa la piel y empieza a salir desde el otro lado de la mano.

LEYENDAS DE LA SELVA

EL LAMENTO DEL AYAYMAMA


En las noches selváticas hay chirridos, cantos, gritos, lamentos que erizan la piel, cuando uno los escucha por primera vez.

Pero hay un canto largo, triste como un lamento, que estremece a los pobladores, es el canto que escuchó Julián una noche de luna llena.

¿Mamita qué pájaro es ese? ¡Escucha!

Sí, ya escucho hijito, ese es el canto de unas avecitas que según la leyenda fueron unos niñitos, que sus padres los abandonaron involuntariamente al morir.

Al quedar solos y librados a su suerte, en la inmensidad de una jungla muda, indiferente a los pasares y tristezas, los niños salieron a deambular buscando algún fruto para saciar su hambre, pero al ir avanzando fueron sorprendidos por una mujer, muy bella de dulzura angelical que les preguntó: ¿Dónde está papito? ¿Dónde está mamita?. Los niños llorosos y temerosos respondieron: no tenemos papá, ni mamá.

Conmovida hasta las fibras más íntimas de su ser, esa hada maravillosa abrazó con ternura a los niñitos y dándoles un sonoro beso en la frente, los transformó en dos pajaritos que enseguida se perdieron trinando por la amplitud del bosque.

Desde ese día, ellos van piando por todos los rincones de la selva misteriosa, estremeciendo con su canto lastimero a todos los pobladores de la selva. 

Este es el canto que escuchó Julián en una noche de luna llena y que también se conoce como: “El Lamento del Ayaymama”.

domingo, 8 de mayo de 2011

Cajabamba y la historia del Chivato

El Chivato - Cajabamba

Como primera entrada en mi blog, tengo el agrado de presentarles una historia de mi ciudad natal llamada "El Chivato", esta historia nace en una ciudad llamada Cajabamba ubicada en el departamento de Cajamarca al norte del Perú.
 

Cajabamba es una ciudad de hermosos paisajes, clima perfecto y lo que más me agrada una variada flora:







































El Chivato

Esta historia es muy antigua pero tras el pasar del tiempo aún se conserva y a su vez agrega un valor adicional a todas las personas que desean visitar este sitio turístico. A unas horas de la ciudad de Cajabamba se encuentra un lugar llamado "El Chivato" este nombre está dado por la historia que se cuenta tuvo como sede estas 7 pozas que están unidas a través de pequeñas cascadas que recorren la unión de dos montañas. Se dice que a partir de las 6 de la tarde aparece un ser mitad humano y mitad chivo (cabra) que recorre las pozas y alrededores con el fin de encontrar algún animal para tomarlo como alimento este chivato busca y atrapa los animales que encuentre y algunos que crían los campesinos, ágilmente los lleva a las pozas en donde se da un gran banquete dejando los restos tirados en ese mismo lugar, los cuales muchas personas de la zona aseguran ver tales restos, huesos, pellejos, cabeza de animales y escuchar gritos siniestros en las noches, tras la mañana al amanecer el chivato desaparece aguardando la noche para buscar ansioso su siguiente presa, aun es típico escuchar que a partir de las 6 de la tarde andar por aquellas zonas es demasiado peligroso pues podrías encontrarte con el chivato ...